La Rojita de Héctor Robles procurará en enero y febrero clasificar en Ecuador al mundial de Corea del Sur. Muchos creen que de este grupo saldrá parte del recambio de la Roja adulta. Habrá que verlo.
A partir de Enero Chile afrontará una dura y significativa prueba para reafirmarle al continente que los éxitos de la Roja adulta no son una casualidad y que la generación “dorada” de Vidal, Medel, Bravo, Sánchez y compañía podrá ser reemplazada en su momento por otra de méritos y talentos similares.
Se trata del Sudamericano Sub 20 Ecuador 2017, que se disputará entre el 18 de enero y el 11 de febrero y que permitirá a cuatro selecciones disputar el mundial de la categoría en Corea del Sur.
La Rojita sera participe del grupo A, en donde se encontrara en duro y dificil grupo junto al equipo local, Brasil, Colombia y Paraguay, con sedes en Riobamba, Latacunga y Ambato, todas ciudades de la sierra ecuatoriana y con alturas que oscilan entre los 2.580 y 2.750 metros.
Es el de Chile el grupo más duro, puesto que en el B -con la exclusiva sede de Ibarra- están Argentina, Uruguay, Perú, Venezuela y Bolivia. Los últimos tres, claramente los países sudamericanos futbolísticamente más débiles.
Para peor, como le suele ocurrir desde hace tiempo a las selecciones infantiles y juveniles, el calendario fue hecho casi ex profeso en contra del equipo dirigido por Héctor Robles. En efecto, la Rojita disputará sus cuatro partidos en ocho días, es decir, día por medio, y en tres ciudades distintas.
Por si fuera poco, debutará con Brasil, seguirá con el local Ecuador, al que enfrentará con el desgaste adicional de haber debutado contra un gigante, continuará con la dificilísima Colombia, para recién cerrar ante Paraguay, duro y antipático pero quizás el menos temible de los rivales.
El consuelo es que se trata de un torneo que permite pasar a la ronda final a seis selecciones -tres por cada grupo- y clasificar al mundial ocupando hasta la cuarta plaza.
Una generación simbólica
El plantel está formado por una mayoría de jugadores nacidos en 1997, más algunas excepciones de 1998, esta última la categoría que disputó sin mucha fortuna el Mundial Sub 17 jugado en nuestro país.
Tal vez sean sus buenos resultados los que alientan a los especialistas a catalogarla como la generación que más puede aportar al recambio de la Roja adulta, que después del Mundial de Rusia 2018 -si llega a disputarlo- mayoritariamente por edad dará un paso al costado.
Es sorprendente que se le endilgue esa carga, considerando que en un par de años sus jugadores recién estarán superando los 20 años y que antes de ellos hay al menos unas ocho categorías mayores que pueden hacerse cargo del reemplazo.
Pero hilando más fino puede entenderse el porqué. Su base es la serie 1997 de la UC, una de las mejores de los últimos años en el fútbol joven chileno y que ya ha hecho debutar exitosamente en el profesionalismo a jugadores como Francisco Sierralta, Jaime Carreño, Carlos Lobos y, sobre todo, al mejor de todos, el atacante goleador Jeisson Vargas, hoy en el fútbol argentino.
Otros miembros de este grupo, los delanteros Xabier Santos y Felipe Barrientos, juegan ahora en series juveniles del extranjero, y aunque el lateral derecho Raimundo Rebolledo sigue en Chile y con pocas opciones en el plantel adulto de la UC, es titular fijo en la selección.
Lo más auspicioso es el título conseguido el año pasado en el prestigioso torneo español de L’Alcúdia. La Rojita, dirigida entonces por Nicolás Córdova, ganó sus seis partidos, doblegando en la final al Atlético de Madrid por 1-0, con un golazo de tiro libre de Vargas. Era la segunda vez que Chile se titulaba campeón del certamen, repitiendo la hazaña de 1998.
En ese plantel triunfador del año pasado 15 de los 22 jugadores pertenecían a la serie 1997, mientras que el resto era un año mayor.
Los otros destacados
Aunque durante la etapa de preparación Héctor Robles ha observado a casi 70 jugadores, en las últimas semanas se ha inclinado por una treintena, la gran mayoría con terreno avanzado en el profesionalismo.
Descontando a los ya mencionados canteranos de la UC, destacan Gabriel Suazo (volante) y Cristián Gutiérrez (lateral izquierdo), de Colo Colo; Nicolás Ramírez (central), Yerko Leiva (volante) y Luis Pinilla (delantero), de la U; José Luis Sierra hijo (delantero), Pablo Aránguiz (creador) y Jason Flores (delantero), de Unión Española; Simón Ramí- rez (lateral derecho), Jimmy Martínez (creador) y Víctor Dávila (delantero), de Huachipato.
Además de Brian Torrealba y Diego González (ambos centrales), de O´Higgins; Adrián Cuadra y Kevin Vásquez (volantes defensivos), de Santiago Wanderers; Richard Paredes (delantero) y Byron Saavedra (lateral izquierdo), de Palestino, e Ignacio Jara (delantero), de Cobreloa, Tomás Valenzuela, volante defensivo (Barnechea), y Nozomi Kimura (central), de Santiago Morning.
Todos ellos ya saben lo que es jugar en Primera A o Primera B y, de no mediar lesiones de última hora, la gran mayoría aportará a ese rodaje. Solo carecen de experiencia profesional apropiada los arqueros. Gonzalo Collao, de la U, Bryan Manosalva, de Huachipato y Álvaro Ogalde, de la UC, disputan la titularidad. En todo caso, dados los buenos resultados durante la preparación, todo indica que ellos tienen la madurez necesaria para estar a la altura de sus compañeros.