“No descarto (irme a Europa tras la Copa América). Por ahí no tienes una buena Copa América y el presidente te invita a irte…” Jorge Sampaoli.
En las semana en que renuncio Arturo Salah a la presidencia de Blanco y Negro, y el delantero argentino Mauro Zárate le dice por décima vez a Sampaoli que no le interesa pertenecer a la selección chilena (esperemos que esta vez entienda el DT) la Roja se midió con Irán y jugará con Brasil el Domingo. Todo empezó mal cuando en una entrevista con un medio español, el estratega nacional puso en duda su continuidad en la banca de la roja para después de la Copa América. Es evidente que a Sampaoli se le suben los humos a la cabeza o simplemente va a mostrar currículo cada vez que pasa por el viejo continente. No es primera vez que condiciona su estadía en Chile en declaraciones con medios europeos. Es de muy mal gusto la costumbre de andar deslizando intenciones de emigrar mientras hay un contrato en marcha y la esperanza de un país puesta en su trabajo.
Con equipo alternativo -salvo Bravo, Jara y Vargas- entró Chile a la cancha de Austria para cotejar fuerzas con la selección de Irán. Todos sabían cómo jugaba Irán después de verlos en el grupo de Argentina para el mundial. En Brasil jugaron sus partidos cerrándose bien atrás y saliendo de rápido de contragolpe. En la mitad del primer tiempo, los asiáticos no solo sellaban su área, sino que además controlaban el partido con la posesión del balón. En el segundo tiempo entraron muchos titulares en Chile y el asunto cambio en relación al control del balón, pero no respecto a la profundidad en ataque. Lo preocupante no es el resultado de 0-2, sino que la actitud del equipo. Debe ser la primera vez que veo a la selección de Sampaoli sin esa rebeldía que predica continuamente el casildense. Muchas veces la roja puede sufrir marcadores adversos, pero como nunca, estuvieron lejos de someter al rival y además distantes de mostrar un buen juego colectivo y de crearse ocasiones de gol. Y por último, tal como comente en la columna posterior al partido amistoso con EEUU: Chile no tiene banca.
El próximo duelo es ante un equipo plagado de estrellas, pero en medio de una crisis, tras la mediocre actuación en el mundial. Ayer, en Francia, contra los dueños de casa, a pesar de ir perdiendo, los brasileros lograron recomponerse y terminar ganando con holgura y jugando buen fútbol. Chile ya cayó estrepitosamente, sin embargo la opinión pública lo puede dejar pasar, entendiendo que fue una especie de experimento para encontrar alternativas, y además en el cual no quería forzar a los titulares que vienen de una temporada muy exigente. No obstante, con Brasil serán otros los parámetros a analizar. Asimismo, debido al día del encuentro (domingo) todo el país estará sintonizando el partido y demandando una buena presentación. Claramente no es una revancha de lo vivido en octavos de final, como lo han promocionado en algunos canales, pero si una importante oportunidad de estudiarse y hacerse respetar frente a un contrincante directo en la Copa América.
Si Jorge Sampaoli está con la cabeza en alguna liga de Europa que abandone la banca al término de la Copa América. Aunque ha dado múltiples muestras de profesionalismo (quizás solo está distraído), partidos como el de Irán dejan muchas dudas sobre el compromiso del DT. La pre-ocupación por el futuro de su carrera se notó en el primer partido amistoso. Es muy desagradable que se ande postulando a través de los medios de comunicación europeos. Hasta su obsesión por concentrarse para la Copa América en Europa despierta suspicacias, considerando que su cabeza no está 100% en Chile.