El combinado nacional dominó todo el encuentro, tuvo a los charrúas metidos en su propia area, pero la falta de un nexo entre el medio y la delantera terminó pasándoles la cuenta y caer ante una timorata pero efectiva escuadra celeste.
Es verdad que la actual selección uruguaya está lejos de ser el combinado poderoso que remató en el tercer lugar en el Mundial de Sudáfrica, o la que consiguió su decimoquinta Copa América en Argentina. La de hoy es una selección, como el mismo estratego Oscar Washington Tabarez reconoció, de recambio.
Sin embargo pensar que por esto la Roja le podía pasar por arriba a los orientales, al igual que en el choque de la semana ante Venezuela, era impensado… casi utópico… y así fue.
Es que pese a que Chile jugó un buen partido, especialmente en el complemento, no pudo derrotar a Uruguay y terminó viéndose sorprendido por los forasteros quienes se impusieron 2-1 en el último partido de la Roja en 2014.
Sorpresa total en el Monumental. Sí, porque la derrota de la Roja no sólo fue sorpresiva, también fue injusta pues fueron los dirigidos por Jorge Sampaoli los que hicieron el gasto ante una timorata selección uruguaya que jugó fiel a su historia.
Es que más allá de que el combinado nacional ejerciera una presión asfixiante sobre los uruguayos, lo que sumado al temeroso planteamiento de los forastero, permitió que el combinado nacional se transformara en amo y señor del balón, lo cierto es que el trámite del juego no incomodaba a los orientales.
¿La razón? El dominio y presión de Chile se diluía a la entrada del área rival. Sin actuar, Jorge Valdivia jugó uno de sus mejores partidos por la Roja. Sin él, Chile careció de profundidad, del desnivel, de velocidad y explosión.
Y para colmo, obligó a Alexis Sánchez a retroceder hasta la mitad de la cancha para vestirse de creador, algo que a todas luces atenta contra el mejor rendimiento del tocopillano y del combinado nacional.
Pese a esto la Roja igual logró abrir la cuenta cuando a los 28’ el “Niño Maravilla”, el mejor de Chile una vez más, metió un cabezazo perfecto tras centro de Fabián Orellana para hacer estallar el Monumental.
Con la ventaja se pensó que Uruguay saldría a buscar, lo que permitiría a la Roja encontrar los espacios para desnivelar. Pero no.
Los orientales siguieron fieles a su libreto, ese de aguantar y apostar a una salida rápida para la velocidad de talento de Edison Cavani y de Diego Rolán.
Y casi sin quererlo, y sin buscarlo, Uruguay encontró la igualdad a los 45, cuando tras un tiro libre, apareció Rolán para sin marcas meter un cabezazo y poner el 1-1 parcial.
En el complemento la Roja incrementó su tenencia, su pressing asfixiante y sus ganas, pero al igual que en la primera mitad Uruguay aguantó bien y mató de contra.
Es que las ganas de Chile le entregó a la “Celeste” espacios en defensa los que fueron bien aprovechados por los forasteros. Corría el minuto 81 cuando el recién ingresado Álvaro González se encontró con una pelota casi en área chica para con una volea imparable silenciar al Monumental.
Chile siguió insistiendo con sus argumentos, pero no pudo ante la bien parada zaga charrúa. Pero no se confunda, en ningún caso fue un desastre, mostró ráfagas de buen fútbol y ganas, pero sin un nexo entre el medio y la delantero todo se complica.
A la postre Chile cerró su 2014 con una derrota y, lo más importante, sabiendo que aún hay mucho por mejorar si quieren entregarle al país la primera Copa América de su historia.