En una definición infartante que se definió vía lanzamientos penales, la Roja consiguió romper la historia y se quedó con el primer título superando a una Argentina que parecía invencible.
Se acabó. Se acabó esa historia que hablaba de maldiciones, que decía que un equipo vestido de rojo estaba condenado a ilusionarse y que siempre, una y otra vez, debía conformarse con los triunfos morales. Se acabó la angustia, se terminó toda la frustración. Chile es campeón de Copa América, sí, por primera vez le ganamos a esa historia que siempre nos era esquiva, desde hace casi cien años.
Es que en un partido memorable, la Selección chilena consiguió el triunfo más importante de toda la vida al superar 4-1 en los lanzamientos penales a Argentina, tras un cotejo infartante que finalizó igualado sin goles en el Estadio Nacional, en la edición 44° del campeonato.
Fue un partido donde los fantasmas de tiempos pasados se pasearon más de una vez por el recinto de Ñuñoa, pues el equipo de Jorge Sampaoli jugaba con el alma y dejaba la vida en el terreno de juego liderados por incansable Gary Medel, pero los festejos no llegaban y la maldición parecía que podía repetirse. Es que estábamos acostumbrados a eso.
Muchas veces Chile había estado a punto, había rozado la gloria, pero siempre se quedaba sin nada. Sin ese premio que tanto había buscado, pero esta vez la suerte estuvo de nuestro lado.
Después de 120 minutos la Roja aguantó estoica los embates de una Albiceleste llena de figuras y que parecía invencible bajo la batuta de Lionel Messi, pero estos muchachos no estaban para claudicar, esta vez Chile sacó eso que siempre le había faltado, ese pundonor que a la postre valió el primer título de la historia para nuestro país.
El Nacional era una caldera en los lanzamientos penales y los, a esta altura héroes nacionales, no le fallaron al país. Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez, con el apoyo de toda una nación, celebraron ante Sergio Romero, mientras que en la escuadra trasandina sólo anotó Messi, ya que Gonzalo Higuaín la mandó a la tribuna y Ever Banega vio cómo Claudio Bravo comenzaba a gestar el logro deteniendo su lanzamiento desde los doce pasos.
Parecía mentira, casi algo fílmico y de ciencia ficción, pero era más cierto que nunca. Alexis picaba la pelota ante Romero y todo Chile celebraba un título que no sólo dejará una copa en nuestras, hasta ahora, vacías vitrinas, sino que daba comienzo a una nueva era, esa que habla de que un equipo vestido de rojo sí podía ser campeón… créalo, es verdad, Chile es el monarca de América… ¡Salud, campeón!
Estadísticas
Chile (0-4 en penales): Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Francisco Silva, Jean Beausejour; Arturo Vidal, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Jorge Valdivia (74′ Matías Fernández), Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (94′ Angelo Henríquez). DT: Jorge Sampaoli.
Argentina (0-1 en penales): Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Nicolás Otamendi, Martín Demichelis, Marcos Rojo; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Javier Pastore (80′ Ever Banega), Lionel Messi, Sergio Agüero (74′ Gonzalo Higuaín), Angel Di María (28′ Ezequiel Lavezzi). DT: Gerardo Martino.
Definición a penales: Para Chile marcaron Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez. En Argentina Lionel Messi anotó su disparo, Gonzalo Higuaín desperdició y el remate de Ever Banega fue tapado por Claudio Bravo.
Tarjetas amarillas: 23′ Francisco Silva, 34′ Gary Medel, 44′ Marcelo Díaz, 86′ Charles Aránguiz. 53′ Marcos Rojo, 55′ Javier Mascherano y 91′ Ever Banega.
Arbitro: Wilmar Roldán (COL)
Estadio Nacional, de Santiago.
Partido válido por la final de Copa América.